EL
COMETA DEL JUEZ Y EL JUICIO FINAL.
Nuestro pequeño
planeta Tierra ahora está superpoblado. Con una población de más de 7.500.000.000
(siete mil millones), seres humanos. Actualmente se presenta con un peso mucho
más allá de lo predicho en el pasado, esto se debe al peso que tiene cada alma,
además de los adheridos a través de las inclinaciones negativas que fueron
adquiridas por cada una de ellas, lo que las vincula directamente con la
oscuridad.
Además, aún hay que sumar los pesos de las
innumerables almas que están habitando los planos "astrales"
(materias medias del planeta), lo que provocó que la Tierra se viera arrastrada
hacia abajo, alejándose de su órbita original. Y por este peso, en
consecuencia, lo dejó más alejado de la luz primordial, lo que, como resultado,
produjo un endurecimiento en los cuerpos físicos y también en las almas,
favoreciendo un mayor sueño espiritual,
el cual no es posible percibir por los seres humanos encarnados.
La gran mayoría de
las almas que hoy habitan el planeta deben madurar en regiones ubicadas muy
abajo, en mundos tenebrosos pertenecientes a la oscuridad, donde junto a sus
especies iguales puedan exacerbar sus pasiones y sus bastiones sin causar daño,
ya que su Las formas de vivir allí llegan sólo a su especie igual, lo que
brinda a través del sufrimiento mutuo la posibilidad de producir repugnancia de
sí mismo y así, con el tiempo, despertar un día el deseo de salir de estas
regiones por las más vehementes súplicas con el deseo de mejorar.
Estas almas, que
de ninguna manera pertenecen a esta Tierra, y que, debido a seres humanos que
se dejaron caer, produciendo en sí mismos la misma especie, permitieron que
esas almas oscuras de allí, de mundos de tinieblas fueran arrastradas aquí, las
cuales pronto pasaron a poblar densamente el planeta debido a las criaturas
humanas que con sus procedimientos equivocados a través de sus pensamientos,
palabras y acciones contrarias a las leyes de Dios, crearon, movidos por
voluntad oscura, un puente a estas regiones de oscuridad, extendiendo
"manos" a quienes allí viven, permitiendo así por la fuerza de
atracción de la misma especie, que tales almas asciendan a esta Tierra. Lo que
aún no estaba previsto para ellos, se traduce así en ovejas negras en las
familias y todo tipo de caos que ahora habitan toda la Tierra, convirtiéndola
en un desierto de amor y justicia.
Para estas almas
pertenecientes a las tinieblas que hoy pueblan en gran cantidad el planeta
Tierra, no hay vuelta atrás a los páramos de luz, llevan mucho tiempo condenadas,
y no hay más posibilidades de retorno o salvación. Para ellos, solo existe el
camino de la descomposición, porque se han vuelto a lo largo de su vida,
inútiles como cizaña. Afortunadamente, con el presente juicio final en plena
ejecución actual, serán devueltos a sus verdaderos mundos y, finalmente a su descomposición.
¡La temida segunda muerte, la muerte de sus almas, siendo eliminada definitivamente
del libro de la vida!
¡En la creación
hay sabias leyes de Dios que gobiernan todo!
Aunque ignorado por
la humanidad, el Señor de los Mundos tiene legiones auxiliares de Entidades (Los
Enteales o seres de la naturaleza) y Espíritus Primordialmente Creados, que son
eminentemente sabios y altamente poderosos, sin embargo, los sabios Enteales
son responsables de la formación y desarrollo de sistemas siderales, con
millones años de anticipación; otros más, que supervisan esta operación,
asegurándose de que las perfectas Leyes de la Creación se cumplan
inexorablemente. Hay sobre todo, un desglose detallado en todo, tanto en el
trabajo de creación como en el funcionamiento de los Universos con sus
innumerables sistemas galácticos, esto tanto en los mundos de materia fina como
materia gruesa.
La vida humana en
los mundos de la materia gruesa, por muy larga que sea, no permite que los
espíritus humanos encarnados en el desarrollo entiendan el alcance, la amplitud
y la profundidad de las actividades sublimes de estos altísimos enviados.
Actualmente,
nuestra Tierra y sus habitantes se encuentran en el régimen final de una seria purgación.
Esta purga, o Juicio Final, fue desencadenada por la presencia en la Tierra del
Prometido Hijo del Hombre (1875-1941), y ahora se está llevando a cabo
rápidamente a través de las radiaciones de un gran y poderoso cometa que ya
está cerca, pero aún no visible para la gran mayoría. Sin embargo, se acerca
rápidamente y pronto será completamente visible principalmente en el hemisferio
norte.
Según algunos
astrónomos e investigadores serios, este cometa es 3.200 veces más grande que
nuestra pequeña Tierra y tiene el doble de masa que el planeta Júpiter. ¡Tratándose
verdaderamente de una estrella poderosa y gigantesca!
¡La Estrella del
Hijo del Hombre!
La influencia
magnética de esta importante Estrella, el Cometa del Juicio, comenzó a ejercer
una influencia decisiva sobre la Tierra a principios del siglo pasado. Esta
influencia se ha incrementado progresivamente, cuyos resultados se presentan
con aumentos de catástrofes en todo el planeta, así como en todos los segmentos
humanos, acelerando también rápidamente la actividad de devoluciones Kármica,
surgida de la Ley de Reciprocidad existente en la Creación.
Bajo sus radiaciones e influencias, la tierra
entera temblará y su topografía cambiará por última vez.
La Tierra, sin
embargo, no será destruida; ¡no habrá "Fin del Mundo"! Habrá, en la
Tierra, pocos supervivientes que a partir de entonces vivirán dentro de las
leyes perfectas de Dios. Lo que la ciencia aún no sabe es que con el paso del
gran cometa, la Tierra será atraída por un Nuevo Sol como por un imán, y
conducida a una nueva órbita... Será un evento natural muy raro que se hará
posible en el Juicio por los efectos combinados de muchos factores. Cuando
ocurra tal suceso, la Tierra se habrá liberado de muchos millones de seres humanos...
Eso solo sería suficiente para lanzar normalmente a nuestro planeta fuera de su
órbita actual. Cuando la Tierra abandone su antigua órbita, la oscuridad
reinará durante varios días... Será noche en el planeta contaminado por los humanos...
¡Una noche larga! Y en una mañana de resurrección con el final del Juicio
Final, los agradecidos sobrevivientes comenzaron una nueva vida, basada en las
leyes de Dios.
El nuevo Sol que
brillará sobre la Tierra purificada, aportando calor y vida, se llamará
"Sol de la Justicia".
Su aparición en el
cielo después de los días de tinieblas se convertirá en el signo precursor de
la aplicación de los principios y leyes de Aquel que brilla aún más que el sol mismo...
¡DIOS!
Nota: Las personas
interesadas en el tema encontrarán información más completa en los libros:
"El libro del juicio final" de Rosselis von Sass, y en los libros
"A la luz de la verdad" de Abdruschin, de los cuales se tomaron
partes de este texto.
Roberto Pimienta.
Escritor Brasileño
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