Transición
Universal
21
de julio de 1930
Sólo en tiempos venideros
ese lugar en el bosque será considerado como santificado, después de haber sido
reconocido para realizaciones grandiosas, para lo cual el local estaba
previamente destinado. ¡Fue colocada la base allí para una nueva madurez universal!
Una base, de la cual las transformaciones incisivas tienen que desarrollarse
ahora. Porque nada es capaz de deformar o retardar algo del acontecimiento
venidero, así como no fue posible obstaculizar de ninguna manera el momento de
la gran transición universal.
Tenía que cumplirse, para
que ahora todo lo que hasta entonces atravesaba caminos equivocados se vuelva nuevo. Y no hay nada hoy en la Tierra
que pueda satisfacer la voluntad de Dios. ¡Todo está mal! Sin embargo, se
volverá nuevo, aunque el camino
hasta allá pase por miedo y horrores!
El plazo se ha agotado.
Nos encontramos en medio del Juicio. La humanidad no lo percibe, porque ella no
quiere ver. Quien, sin embargo, tiene ojos para ver, que se esfuerce. En breve
reconocerá cuán seguramente todo se dirige hacia un determinado punto que
traerá el desmoronamiento del saber y de la capacidad humana en la política, en
el Estado y en las iglesias, en todas las ciencias, en las transacciones
comerciales y bancarias, hasta en la vida social y familiar. ¡En todas partes!
Nada quedará preservado de ello. Incluso el arte, que siempre se ha mantenido,
será ahora arrastrado junto al torbellino que tendrá que destruir todo.
¡Y entonces irrumpirá la
nueva época!
Edificación desde la
base. ¡Piedras de construcción que no sirven para la construcción sana serán
descartadas para siempre! ¡Quedarán abandonadas para desintegrarse en el lugar
antiguo como señal de la más insistente advertencia! Por eso, acuérdate, para
que también no formes parte de esas piedras que deben ser rechazadas.
¡Permaneced alerta! Para que no os precipiten en la ruina, junto a todos
aquellos que aún hoy no quieren ver.
Vosotros no sabéis la
hora, en que todo llegará al punto en que tiene que llegar al desmoronamiento.
Al mismo tiempo, para que toda la confianza y toda la ilusión en su auto glorificación
de hasta ahora sean retiradas del ser humano. ¡Tal modo de pensar arrogante
tiene finalmente que exterminarse en eso! ¡Porque no se dio atención a las
palabras y a las advertencias! El ser humano debe ahora probar y saborear los
frutos podridos de su actuar equivocado, hasta que no quede nada más. En eso,
sin embargo, también será aniquilada la mayor parte de los seres humanos. ¡A
ninguno de ellos debe darse ayuda! ¡Ellos no lo quisieron de forma diferente!
Los que queden, sin embargo, serán fortalecidos y robustos, ante todo
severamente purificados; y con humildad comenzarán la nueva edificación,
guiados por la mano de Dios, hacia la paz y la felicidad.
Amén!
Abd Ru Shin.
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