sábado, 27 de mayo de 2023

PENTECOSTÉS

Pentecostés

Pentecostés es la realización de la Luz que ocurre anualmente y que transmite a la Creación nuevas corrientes de fuerza, para que ella todavía se mantenga y pueda ampliarse, a fin de penetrar cada vez más, en espacios completamente nuevos, y así formar, en el movimiento y el calentamiento, para lo que el espíritu humano tiene que constituir un eslabón en la larga cadena, que posibilita fenómenos de irradiación hasta lejanas distancias.

En relación a esto esta humanidad ha fallado hasta ahora completamente, e impidió no sólo las ampliaciones de todas las Creaciones, sino que envenenó todo lo existente e impregnó con toda suerte de perturbaciones destructivas.

En la actuación de las leyes de la Creación, esto pronto será diferente debido a la rigurosa purificación de todo aquello que impide la construcción. Entonces, por la irradiación correcta de todos los espíritus humanos, habrá no sólo belleza de lo existente, dirigida a la Luz, sino también un continuo progresivo, expansión de los límites de todas las Creaciones, que jamás podrán encontrar un fin, si todo lo que es creado vibrar en la armonía de la voluntad de Dios. La actividad eterna y llena de alegría de los espíritus humanos bienaventurados podrá entonces iniciarse. Será eterna, es decir, sin fin.

El Hijo de Dios, Jesús, vino a la Tierra para abrir también el Paraíso a las criaturas humanas, mediante su palabra. El Paraíso, que hasta entonces estaba cerrado para los desarrollados, debido a la falta de conocimiento del saber superior, que forma parte de una estancia en el Paraíso.

Sólo con eso podían ellos, como desarrollados, conquistar la eternidad, en una actividad deseada por la Luz. Sin embargo, debido a la culpa por el asesinato del portador de gracias, se cerró otra vez, para la humanidad terrena, la puerta del Paraíso, que estaba por abrirse, excluyendo, con ello, también cualquier derecho para una vida eterna.

La nostalgia de la Luz, sin embargo, que aún permaneció en algunos espíritus humanos, mantuvo los hilos que podían posibilitar una vez más una repetición de la salvación por la Palabra, en la época del Juicio sagrado, para aquellas personas, que se abrieran a la Palabra a través del sufrimiento que tendrá que llegar a la Tierra, en los efectos recíprocos de todos los acontecimientos.

Para que la última temporada de gracia no tenga que pasar inapropiada, se convierte en un deber sagrado de la feminidad volver a su verdadera misión, esforzándose con toda su capacidad intuitiva, que recibió en primer lugar para la finalidad de actuar en la Tierra como ¡guardián de la sagrada llama de la más pura nostalgia por la Luz! La nostalgia de la Luz es el canal para toda la ayuda y todas las fuerzas de la Luz que afluyen hacia las criaturas humanas terrenas. Cuando no hay nostalgia de la Luz, cualquier camino hacia la recepción de gracias divinas está sepultado y, con ello, también para la propia vida.

Por esta razón, prepárenos ahora, señoras y muchachas, os vuelvan sacerdotisas de la sagrada llama de la más pura saudade de la Luz, para que el suelo esté bien preparado para la recepción de la Palabra proveniente de Dios mismo, la cual, únicamente, puede traer la liberación a todos aquellos enmarañados en los errores dogmáticos y pesadamente esposados ​​en el espíritu.

¡Salud de la Luz! ¿Cuántas veces las criaturas humanas hablan de la nostalgia, sin siquiera saber lo que realmente es la nostalgia, lo que ella debe decir y traerles.

El espíritu humano debía conocer sólo una sola nostalgia, porque realmente sólo existe una nostalgia. Esta es la nostalgia de la Luz, que reside en el espíritu y sobre el cual, sin embargo, el camino equivocado de los seres humanos terrenos acumuló una carga de escorias, para asfixiar la nostalgia, que amenazaba con tornarse incómoda en su pendiente por distinciones terrenas, en el hambre de poder, en la codicia por placeres terrenales.

Así, también esa sublime palabra saudade (anhelo) fue completamente torcida y desfigurada en el concepto, materializada en los pensamientos más bajos y con ello profanada.

El ser humano terreno habla muchas veces de nostalgia, tan diferentes en sus especies, que ya en esa diversidad se habría de reconocer fácilmente la falta de uniformidad, imprescindible, sin embargo, para un verdadero concepto.

La confusión y la arbitrariedad se muestran claramente, y con ello la falta de comprensión. En ella existe la nostalgia de la patria terrena, la nostalgia de personas, de la mujer o del hombre, también de la riqueza, placeres corporales, a veces también de sosiego y descanso, de distracciones o diversiones de toda especie; en suma, la expresión "saudade"(anhelo)  es empleada para deseos terrenos de tantas cosas.

A pesar de que estas nostalgias pueden llevar muchas veces a enfermedades e incluso para la muerte; otras, en contrapartida, para crímenes, nadie reconoce que algo no debe estar bien seguro, ya que todo lo que vibra en el sentido de Dios sólo puede conducir hacia arriba y siempre transformarse en bendición. Las nostalgias, sin embargo, que la boca humana denomina como tales, tienen como consecuencias y efectos colaterales únicamente cosas malas, conducen hacia abajo en lugar de arriba, oprimen en lugar de levantar, debilitan y hacen a las personas tristes, rabiosas, descontentas.


y no es correcto, es lo que al final cada uno debe notar, y así también es. La nostalgia, de acuerdo con las actuales nociones, no es otra cosa que una secuencia de deseos insatisfechos; es un aumento enfermizo de un pendiente mental de especie puramente terrena, cuya satisfacción trae por fin, generalmente, una decepción, tan pronto como el primer encanto haya pasado. ¿Cuántas veces una criatura humana anhela el lugar de su nacimiento, cuando lo dejó aún niño o en la juventud. Si después logra regresar al lugar de su nostalgia, su corazón queda dolorosamente tocado en la mayoría de los casos, pues nada se coaduna con lo que ella había imaginado cuando estaba lejos. La imagen de la realidad se muestra completamente diferente de la imagen de los sueños sanos. Así es en todas partes. La imagen no alcanzada de la nostalgia se convierte, con su realización, rápidamente una realidad desnuda y cruda, que encierra decepción. La palabra, con su desvío hacia el terrenal, se ha transformado desde hace mucho tiempo en una caricatura del verdadero sentido .Colócales en la situación de un saludo. De sus respectivas condiciones surge un deseo por algo, que en la oportunidad no le es posible poseer o que no logra realizar. En su descontento con el presente él se prende a tal deseo, no importa si se entrega a un hermoso sueño sólo en las horas vagas, si lo hace para calmarse o regalarse con placeres imaginados y simulados, aún inaccesibles, o para apaciguar y que, al principio, muchas veces representan sólo divertimentos para pasar el tiempo, luego se encuentran, refiriéndose cada vez más, conexión con especies iguales que vagan y por fin también con centrales aglomeradas y en el sentido de que no se trata de una forma de pensar análoga, recibiendo con ello un aflujo de especie nunca imaginada. Se trata aquí casi siempre de deseos, que se refieren a una realización de voluntades totalmente personales y puramente terrenas. A esto pertenece naturalmente también la conocida nostalgia. En el fondo no es otra cosa sino egoísmo, sólo en una forma que posibilita simular un sentimiento más noble. Presentar, sin embargo, tales debilidades como si fueran algo grande o cantarlas como un noble amor es completamente equivocado. Es la falta de autodominio, la debilidad del descuido. La atracción de la misma especie, pues, permite que cosas semejantes se lancen sobre una persona con tales deseos, en ella despertando un anhelo ardiente que toma forma cada vez más firme y densa, y que se desarrolla en una manía saudita de querer alcanzar realización correspondiente. El ardiente deseo, la manía saudosa consume la fuerza corporal así como la espiritual. De esta manera se llega a la enfermedad o acto irreflexivo. El verdadero concepto, sin embargo, de esa palabra hoy tan desfigurada es una búsqueda por la Luz, por la Verdad, que, de acuerdo con su característica, es capaz de elevar el espíritu, nunca, de conducirlo hacia abajo, y que forma un pozo, donde las bendiciones de la Luz son capaces de penetrar en un tal espíritu humano, a fin de fortificarlo y hacerlo alegre para su peregrinación en la tierra, y para esas personas, que traen dentro de sí la búsqueda por la Luz y la Verdad, y que por medio de ello iluminan las profundidades de esta Tierra, tal como una antorcha, se concede 

bendecida mente a Pentecostés, con la renovación de la fuerza de las fuerzas alturas luminosas, única y exclusivamente para esas personas, pues otras ni logran participar de ello, porque no están abiertas para eso. Quien quiera vivir realmente Pentecostés, la renovación de las corrientes de fuerza provenientes de la Luz, en su interior, traer dentro de sí, sin turbidez, la nostalgia de la Luz y de la Verdad. ¡Sólo de esa manera puede abrirse para el influjo de la gracia de Dios! Desistieron de todas las otras nostalgias, que se dirigen hacia el terrenal, entonces recibiréis en la bendición de la Luz más de lo que pudieron desear, también en lo que se refiere a valores terrenales ¡toda clase, dignos de ser deseados! Si no deseáis nada para vosotros, os será dado. ¡Tan pronto os ofrezcan a la Luz con todo vuestro querer, con toda vuestra existencia, solamente entonces estaréis abiertos a la más sagrada fuerza que se derrama sobre todas las Creaciones!

Abd Ru Shin.🌿

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