010 - Imágenes y texto recibidos el Domingo, 28 de septiembre 2008:
Veo la primera imagen: la Espada de Justicia en las manos
de Parsifal-Imanuel, Su Hoja apuntada hacia lo Alto, hacia la Luz
resplandeciente.
Luego veo una segunda imagen: la Hoja de la Espada
apuntada hacia abajo, hacia la humanidad, hacia Éfeso.
Luego veo una tercera imagen: veo la Hoja de la Espada
hundida en la humanidad, y se hunde más y más. Pues hasta la Empuñadura, la
Espada debe hundirse en la humanidad, hasta la realización final de los
Cumplimientos. Y se mantendrá irradiando por encima de la humanidad purificada
solo la Cruz Radiante. Y de la Cruz Radiante, los rayos activaran la
edificación del Reino tan esperado.
Y oigo:
“Fue asesinado el Hijo del Hombre una primera vez.
Luego asesinado fue el Hijo de Dios Jesús.
Y asesinado fue por una segunda vez el Hijo del Hombre
Tres veces asesinado los Hijos de Dios.
Tres veces asesinado los Hijos de Dios.
Tres veces asesinado los Hijos de Dios.
El Juicio sigue su camino inexorablemente y la mayor
desgracia cae sobre vosotros, pues tres veces han quebrado y asesinado, pues
tres veces han negado a los Hijos Santos.
Un último socorro se extiende, la Luz acuerda una última
oportunidad
Y sin el Hijo del Hombre nada puede anclarse y construirse
sobre la tierra.
Pero nada será como antes, nunca más, otra disposición de
la Luz en frente de la humanidad de Éfeso.
Pero antes de encontrar Aquel que debe guiaros, que debe
conduciros hacia la Alta realización de las Promesas, deben pasar por el fuego
purificador más grande, por el
sufrimiento que han atraído, por vuestro fracaso, por vuestro querer y mejor
saber, y por vuestra pereza.
Han sucumbido a vuestro intelecto dejándole que él solo
os guie, por vuestra presunción, por vuestras deformaciones, que querían
infiltrarse en los engranajes de la Creación, el intelecto queriendo ser el rey
de la Creación, el maestro.
El hombre ha perdido todo, y si no puede recuperar su
puesto como hombre, que obrando al servicio de la Luz, insertándose en Sus Leyes,
entonces no podrá subsistir, pues los engranajes adelanta aplastando todo lo
que no vibra en la Voluntad.
¿Hombre, tienes en las manos la Santa Palabra, y ¿qué
haces de Ella?
¿Ella esta viviente en ti?
¿Actúas tu cada día en Ella, Ella es parte de ti mismo en
tus pensamientos, tus palabras y acciones? Ella debe volverse viva en ti.
Tienes que sentir La vibración en vivas imágenes frente a tu espíritu, así Ella
puede fortalecer tu espíritu y así puede tomar el control de tu ser, y así
conducirte según las leyes del Eterno. Así, el intelecto será al servicio del
espíritu en ti.
¿Pero qué estás haciendo? Tú La contemplas diciéndote
que, afortunadamente, tienes la palabra, y miras a los demás con desprecio o
piedad.
Pero el contemplarla e igualmente poseerla no puede permitirte de ser
salvado en la hora del Juicio Final. Pues ante el Ojo del Padre ningún hombre
puede engañar a la Luz.
Vuélvanse vivos.
Hagan la Palabra viva en vosotros y serán libres y volverán,
pues los servidores del Señor serán felices por participar en la Nueva
Construcción. Esto no se puede hacer sin que si abráis vuestro corazón, si no dan
todo tu ser a la Luz, sin un “pero” y sin un “si”.
El que quiera levantarse y hacer el puente, que se
levante. Porque las radiaciones deben ser recogidas para que todo pueda
anclarse en la materia.
Tendéis os incansablemente, trabajen sobre vosotros mismos
incansablemente a fin de estar listos en la hora elegida. Porque sólo Dios es
el Señor y solo su Santa Luz puede llevaros a la Resurrección.
Amén.”
Is-Ma-El.
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