27. EL LIBRO DE LA VIDA
¡Así COMO LAS TINIEBLAS se extendieron
sobre el Gólgota cuando Jesús, la Luz viva, abandonó la Tierra, de la misma
manera se abaten éstas hoy sobre la humanidad, devolviendo el gran sufrimiento
que le fue infligido en aquel tiempo al Amor Divino por el intelecto humano,
astuto y cruel, incapaz por completo de la más mínima vibración intuitiva, ese
intelecto sagrado para vosotros, que constituye el instrumento más poderoso de
Lucifer!
¡Hombres! ¡Intentad ahora valeros de vuestro
intelecto para protegeros contra la Sagrada Ira divina! ¡Defendeos contra la
Omnipotencia de Aquél que por Su Gracia puso a vuestra disposición esta parte de la Creación que vosotros
habéis devastado, emponzoñándola como si fuera un establo de animales
abandonados a sí mismos! ¡En ella sólo puede habitar el sufrimiento y la
miseria, pues la aberración de vuestra conducta y vuestro tenebroso querer han
hecho huir toda paz y toda alegría, obligando a la pureza a esconderse
espantada!
¡Intentad ocultaros ante la invariable Justicia de
Dios! ¡Ella os alcanzará en todas partes,
según el implacable cumplimiento de la Voluntad Divina, sin omitir nada de la
inmensa culpa que habéis cargado sobre vuestros hombros, por testarudez y
obstinación!
¡Seréis juzgados aún antes de que seáis capaces de
balbucear una sola palabra de excusa! ¡Toda plegaria, toda súplica, toda
blasfemia y toda imprecación no os servirá de nada, pues el último plazo que se
os dio para que hicierais examen de conciencia y retornarais, lo habéis
desperdiciado, empleándolo imperdonablemente en fomentar vuestros vicios! –
No os digo esto como advertencia, ya que para eso es
demasiado tarde. ¡Nada más lejos de mí que exhortaros por más tiempo, como lo
he venido haciendo durante años! ¡Sólo tenéis que pensar en ello cuando os
sobrevengan las experiencias
venideras! Por eso quiero deciros, una
vez más, lo que os espera en esta época. Tal vez el tener conocimiento de ello
pueda aliviaros algún sufrimiento,
aunque nada se pueda ya evitar.
Sabéis que se trata de sufrir las consecuencias de la
culpa que habéis echado sobre vuestros hombros voluntariamente, ya que nadie os
obligó a ello. Si a través de mis palabras, en medio de vuestro sufrimiento,
llegáis a reconocer, y si a la vez surge en vosotros un ardiente anhelo de Luz
y Pureza, manifestándose en forma de una humilde plegaria, entonces podréis ser
salvados del naufragio; pues el Amor de Dios permanece vigilante.
Entonces podréis ver la nueva vida que el Señor
concede sólo a aquellos que están
dispuestos a vivir según las Santas Leyes de Su Creación, manteniendo así Su
morada – en la cual no sois más que huéspedes – libre de todo acto contrario a
la Luz, sin volver a devastar bárbaramente los bellos jardines de la Creación,
cuya pureza y esplendor les proporcionará continuo gozo y un mayor vigor.
¡Oh criaturas ciegas! ¡Por qué no quisisteis
despertar! ¡Cuántos sufrimientos os podríais haber ahorrado! ¡Pero así vuestra
existencia tiene que cubrirse con el velo gris de una profunda tristeza, de la
cual podréis ser liberados sólo por los destellos fulgurantes de la Ira Sagrada
de Dios, alcanzando así la redención!
¡Esa Ira se abatirá sobre vosotros, con potencia
inconcebible, en el tiempo del Sagrado Juicio!
Pero este Juicio es distinto de lo que vosotros pensáis. Tenéis conocimiento de un
Libro de la Vida, que el Juez Divino abrirá para
cada uno a la hora determinada.
Ese Libro contiene los nombres de todas las criaturas que han existido; ¡nada más que
eso!
Las páginas escritas que pertenecen al Libro de la
Vida, en las cuales están anotados el “pro” y el “contra” de cada pensamiento y
de cada obra de todo ser humano, esas páginas están constituidas por las almas mismas, en las que está
impreso todo lo que han experimentado o realizado en el transcurso de la
peregrinación de su ser.
Es allí donde
puede leer el Juez con toda claridad todo lo que esté en “pro” o en “contra”
del alma. Mas aun esa lectura os la imagináis equivocadamente. Esto es mucho
más sencillo de lo que creéis.
El Juez no hace comparecer ante Él, al pie de Su
trono, a cada alma por separado, sino que, por Mandato divino, descarga sendos
golpes de espada en el cosmos. ¡Esos
golpes de espada son irradiaciones
que emanan de Él y que alcanzan todo lo que existe en la Creación!
¡Daos cuenta de la sencillez y del carácter tan
sorprendentemente natural! El Juez no envía sus rayos conscientemente o
intencionadamente hacia unos y otros, no, Él los emite simplemente por el sagrado Mandato de Dios; pues es Su Poder el que obra así. ¡Nada más podría actuar de
tal forma, sino Su Santísima Voluntad!
Esas emisiones o irradiaciones atraviesan, pues, toda
la Creación, pero con una intensidad nunca
alcanzada hasta ahora.
¡Nada puede sustraerse a su acción! Y así es como el
rayo del Poder divino alcanza a cada alma
en la hora prevista, según la Ley de la actividad de la Creación.
Todo lo que el alma lleve aún consigo al ser
alcanzada por el Rayo divino, completamente invisible para ella, tiene que
revivir, manifestarse, traducirse en actos, de manera que, bajo la influencia de esa irradiación, complete su último ciclo,
provocando su hundimiento o su ascensión.
Los errores o faltas que ese alma, en el transcurso
de la peregrinación de su ser, haya podido superar mediante la experiencia
vivida a través de los desenlaces efectuados conforme a las Leyes de la
Creación, serán borrados como si no hubiesen existido nunca; pues habrán dejado
de estar adheridos a ella y, por tanto, no dejarán huella alguna. El alma queda
libre de ellos y purificada, por eso no pueden ocasionarle daño alguno.
Únicamente lo que aún
no haya logrado cerrar su ciclo, permaneciendo por lo tanto adherido o
ligado al alma, será obligado por la presión de la Luz a efectuar de inmediato
dicho cierre, y al intentar manifestarse
activamente, recibirá el golpe que merece.
La intensidad de tales golpes se corresponde
exactamente con la fuerza de la voluntad personal, la cual, obrando de acuerdo
con el efecto recíproco, se vuelve en contra del alma, en la que tuvo su
origen. La irresistible presión de la Luz va vigorizándolo todo, lo bueno y lo
malo, empujándolo hacia su origen, hacia el alma.
Y todo este proceso, que siguiendo el curso normal
necesitaría aún muchos miles de años para llegar a completarse, dado el
embotamiento y la petrificación del ambiente cada vez más denso en el que se
mueven todas las almas humanas de la Tierra, ese proceso se verificará ahora al
cabo de pocas lunas, debido al impulso motor, inesperado por los hombres y
provocado por el impacto de las irradiaciones procedentes de la Luz.
¡Así se
lleva a cabo el Juicio Universal en su sencillez natural! ¡Esta vez sí que lo es, el “Juicio Final” tantas veces
anunciado! Mas sus efectos son muy distintos de lo que os imaginabais. Lo que
os ha sido anunciado desde hace tiempo a tal respecto, os fue dado en imágenes, pues de otra manera no lo
habríais comprendido.
Pero ahora, por medio del Mensaje del Grial, vuestro
conocimiento de la actividad funcional en la Creación se ha hecho más amplio.
Se os puede ir diciendo cada vez más, ya que ahora, gracias a mi Mensaje,
podéis comprenderlo.
Los golpes de espada del Último Día penetran en la
Creación como potentes irradiaciones luminosas, las cuales fluyen a través de
los canales, ya construidos por los efectos autoactivos de las Leyes divinas,
que tienen como punto de partida las intuiciones, los pensamientos, la volición
y los actos del ser humano.
Así es como, por medio de estos canales, los rayos
justicieros son conducidos hasta las almas con una seguridad infalible,
surtiendo en ellas los efectos correspondientes a su estado, y con una
aceleración tal, que toda su
existencia será inducida al cierre final del ciclo de todos sus actos pasados
en el transcurso de pocos meses. De acuerdo a su estado definitivo, esas almas
ascenderán o se hundirán, serán animadas, vigorizadas o aniquiladas.
¡Así es el
Juicio! Hoy, gracias al Mensaje,
podéis comprender el proceso descrito.
Antes, no hubierais podido comprenderlo; por eso tuvo
que ser anunciado todo mediante imágenes sencillas, que correspondían
aproximadamente al desarrollo de este proceso. –
Los golpes del Juicio Final ya están en camino hacia
vosotros, hacia cada uno de los hombres de la Creación, tanto si poseen un
cuerpo terrenal como si no.
Los primeros os han alcanzado ya, haciendo revivir
todo lo que está adherido a vuestras almas.
¡Pero también los últimos golpes, que han de aportar aniquilamiento o elevación, han
sido ya emitidos con el rigor más implacable, a fin de completar la depuración
de esta Tierra! Ya se precipitan sobre la humanidad, y nada puede detenerlos de
modo alguno. ¡A la hora precisa, fijada por Dios, la humanidad será alcanzada
por ellos inexorablemente, pero con justicia!
* * *
Esta conferencia fue extractada de:
EN LA LUZ DE LA VERDAD
MENSAJE DEL GRIAL
por Abd-ru-shin
* * *
Traducido de la edición original en alemán: Im lichte der
Wahrheit – Gralsbotschaft. Esta obra está disponible en 15 idiomas:
español, inglés, francés, italiano, portugués, holandés, ruso, rumano, checo, eslovaco, polaco, húngaro, árabe y estonio
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