01. EL PLAN DE SALVACIÓN DE DIOS

 

El plan de salvación de Dios

Jesús podría entonces cumplir su misión de proclamar la verdad sólo en el pueblo de los judíos, porque había entre ellos personas que, por su madurez espiritual, ofrecían el apoyo, lo cual era necesario para una encarnación de la Palabra Divina.

 Pero todo este actuar de los principales culpables aparece inmediatamente en otra luz, si la muerte de Jesús según la opinión de muchas personas habrá sido prevista en el plan de curación o salvación por Dios. Para los culpables, sin embargo, esto da lugar a una situación muy contradictoria. Por un lado, son culpados por el asesinato de Jesús, pero se les insta a asumir un papel de herramientas ejecutivas previstas en el plan de salvación, quiénes deben actuar como perpetradores, jueces y verdugos de la sentencia de muerte.

¿Cómo es posible, que en este plan de salvación Dios pide al humano, asesinar a su propio Hijo?, con lo que, Dios violaría su propio mandamiento. ¿Y dónde queda en ello el libre albedrío del ser humano?, el cual ha sido puesto con él en la cuna de su espíritu. 

Todo esto solo sería posible, si el plan de salvación estaría basado en actos arbitrarios de la Voluntad Divina, y eso, la perfección de Dios nunca lo permitiría. Por lo tanto, con toda su ilogicidad y barbaridad, este plan sólo puedo haber sido concebido por los humanos. Dios no mandó a su Hijo a la tierra, para dejarlo morir por pecados de otros. 

Si Dios ha entretejido la ley de la siembra y cosecha desde el principio, pues es una ley incambiable para toda la eternidad, Una ley que no puede ser derrocada por nada, ni siquiera por un Hijo de Dios. Y es ahi donde radica precisamente la grandeza y perfección de Dios, pues también para las partes Divinas, cuales bajan a esta Creación, esta sujetas a las mismas leyes por ser perfectas e inmutables. Jesús mismo lo confirmo con las palabras: “No creáis que he venido a disolver la ley o los profetas; Yo no he venido a disolverlas, sino para cumplirlas.” (Math. 5,17)

Por lo tanto, Jesús no puede tomar la culpa de otros sobre si  y redimirlos como inocentes, porque no ha puesto la semilla para ello. Si los profetas habían visto por adelantado la muerte de Jesús Cristo, y más tarde también Jesús su propia muerte, entonces eso tiene una causa completamente diferente, no como el sacrificio expiatorio de su Hijo, que supuestamente fue definido en el plan de salvación de Dios.

La verdadera razón de estas predicciones radica en la depravación de los humanos, que en el momento de los anuncios de los profetas, la mayoría de la humanidad se había hundido tan profundamente, que estaba previsto con exactitud que, si no cambiaban, al final tomarían un camino equivocado. Esto también incluyó el conocimiento, de que todo portador de la verdad se enfrenta y se considera hostil en los caminos de esta Tierra gobernada por la oscuridad., El portador de la verdad, sería apartado por ellos, al no estar dispuestos a aceptar su mensaje.

Por lo tanto, el sacrificio del Hijo de Dios, a pesar de los mayores peligros que ya se podía ver al principio, y se lo asumió a su misión, apenas puede ser reconocido en su grandeza y gracia. Porque sin esa misión habrían estado perdidos también los pocos, que aún llevaban una chispa de anhelo hacia la Luz.

Para Jesús mismo la muerte en la cruz solo tenía un sentido: La confirmación de la Verdad de la palabra aportada por Él, su preeminencia y su difusión. Si se hubiera rendido a sus enemigos y a la misma oscuridad, habría negado su origen y su enseñanza, con lo cual toda su misión habría fracasado. 

   Escrito por” Herbert vollmann – Escrito en las cercanías de Abd Ru Shin- “