012 - Imagen y el texto recibido 06 de octubre 2008:
Veo a un ser femenino, su cabellos largos se
deslizan como la luz de oro, y su cabeza es como una tiara o corona, veo como
una joya, como una luz azul. Su cuerpo es delicado. El vestido que lo cubre es
como hecho de plumas blancas. Sus ojos parecen de un azul resplandeciente. Su
cara es blanca y se vuelve transparente como el cristal. Luego veo una luz rosa
acercarse, esta luz la envuelve, tal como miles de rosas de color rosa. Y a sus
pies un tapiz de lirios que vibra en una luz plateada, como un lago depositado
a sus pies. Sus manos blancas forman como una copa, manos
que se vuelven como el agua clara y límpida.
Y luego, por encima de este ser femenino
es un resplandor aún mayor, más potente. Veo una corona centelleante incrustada
de joyas. Veo como un manto que se extiende, parece como un cielo estrellado.
Miles de estrellas centellean, y en el corazón de cada estrella vibra un color
diferente. Parece miles de joyas. Y dentro de este vasto mar de un azul
profundo, hay un cristal majestuoso que se arremolina. De cada faceta del
Cristal brota un color, eso hace como muchas haces. Se
parecen a las cascadas de piedras preciosas, y luego el ser femenino desaparece
bajo la cascada, y de ella, de sus manos
brotan miles de piedras preciosas.
Entonces veo seres femeninos en total
ofrenda, en pura adoración, forman círculos, y esto baja. Más esto aleja, más
los círculos más se ensanchan, esto hace como una pirámide de círculos. Y
cascadas de joyas deslizasen de copa en copa.
Luego veo a un arpa de
oro, un soplo poderoso se derrama sobre las cuerdas y los sonidos se ponen a
vibrar, luego veo un cisne que despliega sus alas y
los sonidos vienen depositarse sobre ellas, y un canto vibrante brota de su
garganta
Y oigo:
“Las joyas del Renuevo no podrán vibrar y
abrirse como flores magnificas solamente en un corazón fiel y
verdadero.
¿Numerosas son joyas que fueron
depositadas en usted, que habéis hecho de ellas?
¿Se han abiertas en la luz de
vuestro ser, o se han desvanecidas en la negrura de vuestro ser?
Cada don es una gracia, una gracia
inmensa, y por cada don depositado, cada ser debe devolver cuentas. Nada va a
ser remitido.
Cada don desarrollado
os levantara durante el Juicio final, y os protegerá como un manto de luz.
Sin embargo, cada don desvanecido, cada
joya ensuciada, os aniquilara por el Movimiento de la ley. Estáis en la hora en
la cual deben devolver cuentas , y sólo estáis frente a la Luz. Sólo os
encontráis delante de la Espada de Justicia, delante la Santa Voluntad.
Y tú, mujer de la tierra, eres la primera
a pasar delante la Hoja de la Espada, pues en ti han sido
depositado las joyas más inestimables, pues tu debía ser el puente para
permitir que todo anclase sobre la tierra, que la luz fluye sobre la tierra
continuamente. Debía ser la copa que recibe y
devuelve sin guardar nada para ella, sin querer nada para ella, ¿y qué has
hecho? Vuestras manos están llenas, no de luz, pero de miseria. Tu corazón
rebosa, no de luz, pero de barro inmundo, agua
pútrida. Orgullo, vanidad, pereza, lujuria es lo que brota de ti.
Mujer de la tierra, has fracasado en tu
misión.
Te queda, en un último plazo,
de ofrecer tu copa con toda humildad, en todo reconocimiento de quién erres, para ofrecer la copa a la Luz de la Feminidad, esta Luz
tan poderosa que te puede permitir de purificar completamente tu copa, y poder todavía levantarte en la Luz de esta Feminidad.
Solá no eres nada y no puede hacer nada, solamente ir a tu pérdida.
Tiendes los hilos de tu
aspiración hacia la Luz, hacia la Pura Feminidad, que tal un tejido te
permitirás levantarte. Y así volverá a encontrar tu verdadero rostro, él que
sirve su Señor y Rey, él que sirve a la Pura Feminidad.
Amén.”
Astrid la voz del Cisne resuena.
Luego veo una balanza de
oro encima de la tierra. Y veo el Águila aterrizar sobre la tierra, y sobre sus
alas y se desposan el castigo o la redención de cada ser.
Entonces escucho:
“Las joyas del Renuevo.
Depositadas serán en unas
manos puras.
Depositadas serán en unas
copas lavadas.
Depositadas serán en unos
corazones fieles.
Todo está listo y todo tiende por la Nueva
Era.
Sólo aquel que es verdadero, sólo aquel
que sera pasado y habrá atravesado la tormenta purificadora, podrá pretender
recibir una joya de Luz. De las Manos de su Señor y Rey, la joya sera oferta
como un favor inmenso por el Servicio el más puro, en el don total de sí a la
edificación del Reino de Dios sobre la tierra. La tierra debe recuperar su
lugar primero. Los seres substanciales tejen incansablemente, porque todo debe
estar listo a la hora querida por Dios el Padre. Por Su Santa Voluntad todo
debe cumplirse, y en Su Amor lo más Grande todo debe edificarse.
Amén.”
IS-Ma-El.
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