03. EL LLAMADO

 

El llamado

¡Resuene en todo el mundo! Debe crearse la conexión más estrecha entre todos los aficionados y lectores de mis palabras. En muchos lugares deben formarse "Grupos independientes para el estudio de los pensamientos de mis disertaciones", a fin de que, en actividad conjunta, penetren cada vez más fondo en las verdades de la gran creación, para así, reconocer también acertadamente la voluntad del creador.

Aunque yo salude con alegría los grupos, no puedo guiarlos, ni sumarme a ellos; porque tales pretensiones resultan, por fin, siempre en llamadas para aquel, alrededor del cual se agrupan compromisos de diversos tipos, incluso si son solamente de orden moral debido a las contribuciones de los aficionados. Algo de esa naturaleza, no me es posible.

Tengo que ser y permanecer libre en lo que tengo que decir
¡En todas mis declaraciones y decisiones! En eso, no puedo tomar en consideración los deseos de personas individuales o también de grupos enteros, a lo que se llegaría, si estuviera conectado a eso. Igualmente, si quisiera tener ventajas comerciales. Ambas cosas, para mí y mis escritos, no deben tener que ser lanzadas juntas en los platos de la balanza. Sin embargo, a pesar de eso, no me gustaría caer ahí en descuido y descuidar en proporcionar la oportunidad para cada uno.

¡Así que ofrezco, pero no alivio!
Y permaneceré siempre con el principio básico: quien no encuentre nada para si en mis palabras, para ese no se han dicho. También nunca podrá recibir  la fuerza.
Por eso siempre tendré que ser, con mis palabras, el amigo de cada ser humano y enemigo de sus errores, ya que nada puedo retirar por su causa.

Dado que no puedo llamar a las organismos, bien reconociendo, sin embargo, los resultados positivos de esto para muchos seres humanos individualmente, he creado, a partir de mi necesidad de estar solo, el "llamado", como mediador entre todos los lectores y Organismos, que tendrán, en él, la oportunidad de intercambiar entre sí sus comunicaciones y deseos. Para estos propósitos, siempre se mantendrá un espacio gratuito.

Que "el llamado" despierte muchas almas, brinde iluminación a todos los que buscan sinceramente y, con ello, la paz y el progreso!

Verano de 1927.  Abdrushin