03. OYENTES DEL MENSAJE DEL GRIAL

 

OYENTES DEL MENSAJE DEL GRIAL

 "Coloca la Palabra de la Verdad alto sobre una roca, a fin de que el ser humano tenga que esforzarse para obtenerla para sí."

He aquí el mandamiento según el cual yo actúo. En este sentido, la palabra sagrada que debe ser invaluable para el ser humano, ha sido hasta ahora una idea equivocada, porque se encuentra muy por encima de todos los valores terrenos, significando para él mismo exclusivamente vida y existencia, deba ser ofrecida, mendicantemente, reinando entonces alegría en los cielos, cuando uno de ellos esté lo suficientemente dispuesto para acogerla en sí.

En esa concepción hay un pecaminoso ultraje, que se presta bien para arrastrar hacia abajo la Palabra Sagrada en su alto valor.

También en eso, todo ahora se volverá nuevo, como se prometió. El ser humano que quiere obtener para sí la Sagrada Palabra de la Verdad, tendrá que conquistarla por sí mismo. Tendrá que esforzarse tanto. Quien no quiera eso, no es digno de poseerla. Un ser humano, que realmente toma en serio la búsqueda por el camino hacia la Luz, tampoco temerá pasar sed y hambre si es necesario, o hasta luchar en aras a lo largo de toda suerte de adversidades.

 El esfuerzo en favor de la Palabra, se convierte ahora en un mandamiento sagrado. ¡Es deseado por la Creación! Con esto, los tibios serán repelidos, a los que les falta la verdadera seriedad para ascender, a los hipócritas que apenas engañan a otros y se engañan a sí mismos, todos ellos se condenarán.

Así, este mandamiento traerá un gran examen, donde lo ilegítimo se separa de lo legítimo. Como en la parábola, quedan así excluidos de la Cena todos aquellos que son demasiado indolentes, demasiado indiferentes. Los activos, traen en sí el anhelo puro por el mensaje, el cual no teme ningún esfuerzo y ningún sacrificio para llegar cerca de la palabra, para oírla, a fin de acogerla en el templo de sus almas.

Por eso, determinaciones terrenas también deben ayudar para que este mandamiento sea cumplido en todos los sentidos. Del gran círculo de los adeptos del Mensaje del Grial debe excluirse aquello, que no esté completamente poseído del más serio anhelo de progresar en el espíritu, de ser activo en él.

Todos, a los cuales el intelecto les domina y les da las excusas usuales para un auto-aturdimiento y para una auto-ilusión con sus debilidades que surgen nítidamente a la luz del día, murmurando que su contenido sería demasiado comercial, inapropiado para la Palabra Sagrada... estos ya no deben ser admitidos en las prelecciones, y permanecer excluidos, pues no son dignos de la Palabra, aún no la reconocieron y tampoco aprendieron a reconocerla. ¡Mejor un número pequeño, pero legítimo e inquebrantable! ¡Para que se encuentre como una roca en el embate de las olas del Juicio que se inicia! ¡Debe brillar espiritualmente a través de la voluntad fiel, de la perseverancia para la victoria! Entre ellos no debe haber frutos podridos.

 

Vomperberg, septiembre de 1931

Abd Ru Shin