lunes, 5 de diciembre de 2022

22. LA MUJER DE LA POSCREACIÓN

 

22. LA MUJER DE LA POSCREACIÓN

ESTAS PALABRAS TOCAN el punto más vulnerable de la Poscreación. Aquel punto que exige el cambio más importante y la depuración más persistente.

Si el hombre de la Poscreación se hizo esclavo de su propio intelecto, la mujer se hizo aún mucho más culpable.

Dotada de la mayor fineza de intuición, tenía que resultar muy fácil para ella remontarse hacia la pureza de las Cumbres luminosas y llegar a ser el puente de enlace entre la humanidad entera y el Paraíso. ¡La mujer! ¡Torrentes de Luz deberían inundarla! Toda su constitución física, de materia densa, está orientada en ese sentido. ¡Con sólo quererlo con sinceridad, todos los descendientes salidos de su seno quedarían necesariamente protegidos y rodeados de la Fuerza de la Luz, ya antes de su nacimiento! ¡No podría ser de otra manera, puesto que toda mujer, debido a su riqueza de intuición, puede determinar casi por sí sola la naturaleza espiritual del fruto que lleva dentro! ¡Por eso es ella, en primer plano, la responsable de toda su descendencia!

Está, además, generosamente dotada de posibilidades de ilimitada influencia sobre el pueblo entero e incluso sobre toda la Poscreación. ¡El punto de partida de todo su gran poder es para ella la casa y el hogar! ¡Sólo en eso reside su fuerza y su potencia sin límites, mas no en la vida pública! ¡En el hogar y en la familia, ella será reina por sus facultades! ¡Desde el hogar íntimo y apacible, su penetrante eficacia se extiende sobre todo el pueblo presente y futuro, interviniendo en todo!

No existe nada en donde no pueda necesariamente hacer valer su influencia, siempre que permanezca allí donde las facultades femeninas innatas llegan a florecer plenamente. Sólo cuando la mujer es verdaderamente femenina, cumple con los designios que el Creador puso en ella. Entonces es lo que puede y debe ser. Y sólo la verdadera feminidad puede educar al hombre, sin necesidad de palabras, el cual, sostenido por esa silenciosa actividad de poder inconcebible, se siente capaz de conquistar los cielos. El hombre sentirá en sí el impulso natural de proteger la verdadera feminidad, gustosamente y con satisfacción, sólo con que ella se muestre auténtica.

Pero la mujer de hoy pisotea su verdadero poder y su alta misión; pasa de largo ciegamente y destruye criminalmente todo lo sagrado que lleva en ella. Su actividad, que, debiendo ser constructiva, se ha hecho destructiva, obra en la Poscreación como el peor de los venenos. ¡Ella arrastra consigo al hombre y a los hijos hacia el abismo!

¡Contemplad a la mujer de hoy! ¡Proyectad sobre ella un rayo de Luz con todo el rigor y la objetividad que acompañan siempre a la Pureza!

Difícilmente descubriréis en ella las altas virtudes de la verdadera feminidad, en las que puede desplegarse ese poder tan puro, propio únicamente de la sutil facultad de la intuición femenina, a fin de que no sea empleado más que para prodigar bendiciones.

Jamás hombre alguno podrá desarrollar una facultad tan incisiva. La silenciosa corriente de esta fuerza invisible que el Creador deja fluir a través del cosmos, es captada, en primer lugar, enteramente por la mujer, dada la sutileza de su intuición. El hombre la recibe sólo parcialmente y la transforma en actos.

Así como la Fuerza viva del Creador permanece invisible a todo ser humano mientras que sostiene, nutre, mueve e impulsa todo el universo, así también es voluntad que ejerza su influencia toda feminidad verdadera; ¡para eso ha sido creada, ese es su fin tan elevado, puro y maravilloso!

Es ridículo hablar del “sexo débil”, pues la mujer es psíquicamente más fuerte que el hombre. No por sí misma, sino debido a su estrecha unión con la Fuerza creadora, la cual le confiere una facultad intuitiva más delicada.

Pero eso es precisamente lo que la mujer intenta hoy disimular, esforzándose en envilecerlo o en reprimirlo por completo. Con una vanidad y una torpeza sin límites, abandona lo más bello y precioso que se le ha dado. Así es como ella misma se aparta de la Luz, quedando cerrado para ella el camino de regreso.

A partir de este hecho, ¡qué han llegado a ser esos seres creados a imagen de una soberana feminidad! Uno no puede menos que apartarse de ellos con terror. ¿Dónde se encuentra en la mujer de hoy el verdadero pudor, que es el más delicado sentimiento intuitivo de la noble feminidad? Está tan terriblemente desfigurado que ya no queda otro recurso que abandonarlo al ridículo.

Cierto que a la mujer de hoy le da vergüenza llevar un vestido largo, si la moda impone que sea corto, pero no se avergüenza en las fiestas de sociedad de llevar al desnudo más de tres cuartas partes de su cuerpo, exponiéndolo a la mirada de todos. ¡Y no solamente a las miradas, sino, en el baile, inevitablemente también al tacto! Si la moda lo exige, no dudará lo más mínimo en ir enseñando aún más, e incluso, como la experiencia actual enseña, probablemente en ir desnuda del todo.

¡No hay nada exagerado en lo que se acaba de decir! ¡Suficientemente vergonzoso es lo que se observa! Desgraciadamente, hay mucho de verdad en el dicho de que “la mujer sólo comienza a vestirse para ir a dormir”.

La delicada intuición lleva implícita el sentido de lo bello. Si evaluamos según este criterio la delicadeza de la intuición femenina, se obtendrá sin lugar a duda una mala impresión. En efecto, su forma de vestir suele proclamar frecuentemente y con suma claridad todo lo contrario: Esas piernas de mujer, tal vez de madre, enfundadas en finísimas medias, no son reconciliables con la dignidad femenina. ¡Los peinados masculinos y los deportes modernos que practican las mujeres menoscaban no poco la verdadera feminidad! La coquetería es la consecuencia inevitable de las vanidosas locuras de la moda, las cuales no dejan nada que desear en cuanto a peligros para el alma, el cuerpo, y no menos para la simple felicidad familiar. ¡Cuántas mujeres hay que suelen preferir las lisonjas vulgares y, a decir verdad, ultrajantes de cualquier ocioso, a la labor fiel de su esposo!

Se podrían citar infinidad de hechos y testimonios patentes, como prueba de que la mujer de hoy está perdida respecto a su verdadera misión en la Poscreación. ¡Y con ella se perdieron todos los altos valores que le habían sido confiados, de los cuales tendrá que dar cuenta ahora! ¡Malditos sean esos seres vacíos! De ningún modo son víctimas de las circunstancias, sino que ellos mismos las han provocado.

Los grandes discursos sobre el progreso no cambian en absoluto el hecho de que tanto los fanáticos de tal progreso como sus fieles adeptos vayan hundiéndose cada vez más profundamente. Todos ellos han sepultado ya sus verdaderos valores. ¡La mayor parte del mundo femenino no merece llevar el honroso título de mujer! ¡Y puesto que nunca podrán tomar forma masculina ni llegar a ser hombres, quedan reducidos en último término a la calidad de zánganos de la Poscreación, los cuales, según las inalterables leyes de la naturaleza, tendrán que ser exterminados!

¡De todas las criaturas de la Poscreación, la mujer es la que más lejos se encuentra del sitio que debiera ocupar! ¡Por su manera de obrar se ha convertido en la figura más lamentable de todas las criaturas! Su alma tenía que corromperse por necesidad, puesto que sacrificó con ligereza su intuición más noble, su fuerza más pura en aras de una vanidad superficial y ridícula, burlándose así cínicamente de la misión que le fue designada por su Creador. Con tal superficialidad queda excluida toda salvación, pues las mujeres desecharán las advertencias o no serán capaces de comprenderlas y asimilarlas.

¡Es por ello que a partir de esos horrores tiene que surgir la mujer nueva y verdadera que debe ser mediadora y que proporcionará en la Poscreación, ya liberada de su veneno y corrupción, la base de una vida nueva y de una actividad humana de acuerdo con la Voluntad de Dios!

****

Esta conferencia fue extractada de:

EN LA LUZ DE LA VERDAD

MENSAJE DEL GRIAL

por Abd-ru-shin

* * *

Traducido de la edición original en alemán: Im lichte der

Wahrheit – Gralsbotschaft. Esta obra está disponible en 15 idiomas:

español, inglés, francés, italiano, portugués, holandés, ruso, rumano, checo, eslovaco, polaco, húngaro, árabe y estonio


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La fuerza secreta de la luz en la mujer 1

  La fuerza secreta de la luz en la mujer Primera parte   La mujer, ha recibido de Dios una Fuerza especial que le confiere tal delica...