martes, 20 de diciembre de 2022

41. EL ESPÍRITU

 

41. EL ESPÍRITU

CUÁNTAS VECES se emplea la palabra “espíritu” sin que quien la pronuncia sepa a ciencia cierta cuál es su significado. Sin pararse a pensar, unos llaman espíritu a la vida interior del ser humano; otros confunden alma con espíritu; otros, a su vez, hablan de “hombres de espíritu” y entienden por tal, exclusivamente, la simple actividad del cerebro. Se habla también de espíritus ingeniosos, y tantas otras cosas más. Pero nadie ha procurado definir, de una vez y con precisión, lo que es el espíritu.

Hasta ahora, el significado más elevado que se le ha asignado se encierra en la expresión: “Dios es espíritu”. De ahí se deriva todo. Partiendo de esa tesis, se ha intentado también comprender al mismo Dios, se ha buscado en ella una explicación a tal respecto.

Pero esto, precisamente, tenía que apartar de la Verdad y, por consiguiente, traer consigo numerosos errores; pues es falso afirmar sencillamente que Dios es espíritu.

¡Dios es divino, y no espiritual!: he aquí la explicación. Nunca debe ser calificado de espíritu lo que es divino. Sólo lo espiritual es espíritu. Lo equivocado de ese punto de vista mantenido hasta el presente tiene su razón de ser en el hecho de que el hombre procede de la espiritualidad y, por consiguiente, sus pensamientos no pueden extenderse más allá de esa esfera; de modo que, para él, todo lo espiritual es lo más elevado.

A eso se debe la tendencia del hombre a considerar lo más puro y lo más perfecto de esa espiritualidad como el origen de toda la creación, es decir, como Dios. Por tanto, puede suponerse que ese falso concepto no haya nacido solamente de la necesidad de ver en su Dios un ser de su misma naturaleza — si bien perfecto en todos los aspectos — con el que sentirse más íntimamente relacionado. El motivo fundamental hay que buscarlo en la incapacidad de comprender la verdadera grandeza de Dios.

¡Dios es divino! ¡Su Voluntad es espíritu! Y de esa Voluntad viva, surgió el medio ambiente espiritual, el más próximo a ella: el Paraíso con sus moradores. De ese Paraíso partió el hombre en forma de germen espiritual para emprender su peregrinación por los distintos planos de la creación. El ser humano es, pues, portador del espíritu en toda la creación material. Por esta razón, sus acciones también están sometidas a la pura Voluntad originaria de Dios, y tiene que asumir toda la responsabilidad si, bajo influencias externas de la materialidad, permite que esa Voluntad sea cubierta de impurezas, e incluso, tal vez, quede enterrada por completo durante cierto tiempo.

Ese es el tesoro o el talento que debería producir, en sus manos, intereses simples y compuestos. La hipótesis errónea según la cual Dios es espíritu, es decir, de la misma naturaleza que el origen del hombre, ha sido la causa evidente de que el ser humano no pudiera hacerse una idea exacta de la Divinidad. No debe considerarla simplemente como lo más perfecto de su propio ser, sino que ha de ver en ella algo muchísimo más elevado: una naturaleza que, para él, siempre seguirá siendo incomprensible; pues, dado que su propia naturaleza es espiritual, nunca podrá comprenderla.

Así, pues, el espíritu es la Voluntad de Dios, el Elixir de la Vida de toda la creación, la cual tiene que impregnarse de ella para poder subsistir. El hombre es, parcialmente, portador de ese espíritu, que, al llegar a ser consciente de sí mismo, contribuirá al ennoblecimiento y a la evolución progresiva de toda la creación. Eso requerirá, además, aprender a emplear debidamente las leyes naturales, para que sirvan de concentrado elemento propulsor.

Lo que se acaba de exponer es sólo una alusión provisional a lo que se tratará más adelante en conferencias específicas detalladas, en las que se describirán los diferentes géneros de espíritus, delimitándolos con claridad.

 * * *


Esta conferencia fue extractada de:

EN LA LUZ DE LA VERDAD

MENSAJE DEL GRIAL

por Abd-ru-shin

* * *

Traducido de la edición original en alemán: Im lichte der

Wahrheit – Gralsbotschaft. Esta obra está disponible en 15 idiomas:

español, inglés, francés, italiano, portugués, holandés, ruso, rumano, checo, eslovaco, polaco, húngaro, árabe y estonio


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La fuerza secreta de la luz en la mujer 1

  La fuerza secreta de la luz en la mujer Primera parte   La mujer, ha recibido de Dios una Fuerza especial que le confiere tal delica...